El Decreto Imperial sobre la Educación, Japón

Los estudiantes eran obligados a memorizar este texto de 315 carácteres durante los años 1890-1948.

El Decreto Imperial sobre la Educación (教育ニ関スル勅語/Kyouiku ni Kansuru Chokugo) surgió a raíz de de la Restauración Meiji (1866-1869) frente a la necesidad de afrontar la rápida modernización influenciada por Occidente y con la intención de preservar los ideales de los objetivos comunes frente a los individuales. 

Entre los años 1870 y 1880, Inoue Kowashi y Motoda Nagazane fueron los principales autores de este Decreto. Motoda Nagazane, apoyado por otros conservadores, promovieron el resurgimiento de los principios del confucianismo como guía para la educación y la moralidad pública. Sin embargo, Inoue Kowashi, interesado en la modernización y con miedo a que el método de Motoda Nagazane les volviese a llevar al antiguo sistema feudal, empujó una filosofía centrada en la figura del emperador. Por lo tanto, este texto se creó con las ideas fundamentales del confucianismo como guía de la educación y moralidad con la imagen central del emperador. 

Después de su publicación en 1890, fue distribuido a todas las escuelas japonesas junto con la imagen del Emperador y obligado a ser memorizado por sus alumnos. 

Se distribuyeron ejemplares de este rescripto a todas las escuelas de Japón y colgaron junto al retrato del emperador, donde todos les hicieron reverencia. En tal temor fueron sostenidos que en la ocasión los profesores y los directores arriesgaron sus vidas para rescatarlos de los edificios ardientes.

Kikuchi. Educación japonesa. Fuentes de tradición japonesa, p. 139.]

Para poder leer el texto original, considerado ya como arcaico, tienes que ser capaz de poder leer kanjis katakana que se usaban antes del 1945. Sin ir más lejos, los cuatro primeros caracteres:

朕惟フニ (chin omou ni)    =    私は思う (watakushi wa omou)  = Yo pienso

También aparecen kanjis que se han reemplazado en el japonés moderno. Por ejemplo, podemos ver 國 que actualmente se escribe 国 (kuni/país) o 學 en vez de 学(gaku/estudio). La lectura de este texto hoy en día, incluso para japoneses nativos, implica mucho tiempo y conocimientos sobre la lengua.

recientemente, controversia entre la sociedad japonesa 

Hace unos meses en las noticias japonesas se hizo eco de que en Morimoto Gakuen, escuela privada localizada en Osaka, se estaba volviendo a hacer memorizar este texto a sus estudiantes, lo cual estaba prohibido desde 1948. El escándalo fue todavía mayor cuando se supo que la escuela recibió unos terrenos del Gobierno para una nueva escuela a un precio mucho menor a del mercado, además de ser conocida la relación de la esposa de Shinzo Abe (primer ministro) como afiliada y benefactora de la misma.

Pero, si está prohibido… Hasta hace poco así era, hasta que el pasado 31 de marzo de 2017 el Gobierno japonés decidió permitir la enseñanza de este decreto imperial anterior a la Segunda Guerra Mundial, con la condición de que respete la constitución y leyes actuales.  También la ministra de defensa, Inada Tomomi, también dejaba constancia de su posicionamiento al lanzar preguntas como ¿qué tiene de malo el decreto? Incluso el ministro de educación se niega a ser él quién siga prohibiendo la enseñanza de este texto con claros tonos militaristas.

Vídeo de @NewsFromWorld sobre la escuela anteriormente citada. En él vemos como los niños recitan el Decreto Imperial de Educación de memoria, todas las mañanas, a pesar de su lenguaje arcaico y de un estilo anterior a la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué tiene de malo? 

Ye, Our subjects, be filial to your parents, affectionate to your brothers and sisters; as husbands and wives be harmonious, as friends true; bear yourselves in modesty and moderation; extend your benevolence to all […]

Esta es una fracción del texto completo traducido por Kikuchi en 1890 donde el Emperador Meiji pide a sus súbditos a seguir la moralidad asociada a las «cinco relaciones humanas» (del antiguo texto confuciano Mencius). Los conservadores dicen que enseñar estos ideales a los niños de hoy en día también puede ser bueno, pero no hay que olvidar que este texto ayudó al surgimiento de una generación que poseía unas ideologías tremendamente nacionalista. 

[…] advance public good and promote common interests; always respect the Constitution and observe the laws; should emergency arise, offer yourselves courageously to the State; and thus guard and maintain the prosperity of Our Imperial state; and tus guard and maintain the prosperity of Our Imperial Throne coeval with heaven and earth.

Esta moralidad unificaba a todo el pueblo japonés como una gran familia bajo la imagen del Emperador y su línea imperial ininterrumpida (mito sintoísta). Ante la rápida alfabetización debido a la modernización de Meiji, los niños japoneses crecieron leyendo y recitando diariamente estas ideas, que llevó al nacionalismo más extremo, sin precedentes ni iguales en otros países.

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